Santo Domingo.- El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez exhortó ayer a la juventud dominicana a labrar su futuro en las aulas, alejándose de las drogas, los colmadones y los prostíbulos.El prelado hizo la exhortación al oficiar una misa con motivo de celebrarse el Día Nacional de la Juventud.
Dijo que es lamentable ver que una parte de la generación joven del país ha tomado el camino equivocado de las drogas, la violencia, la prostitución, el robo, abandono del trabajo y la rotura de su propia familia, dando paso a la época de la descomposición social que se manifiesta en la búsqueda del dinero fácil mal habido.
Lamentó que la desgracia del narcotráfico haya penetrado a instancias menos pensables, ya que los últimos hechos ocurridos en el país demuestran que se han dejado corromper familias, sectores sociales, instituciones como las Fuerzas Armadas, sectores ligados a la justicia, otras autoridades y personas que han tenido la oportunidad de estudiar y ejercer una profesión digna.
El arzobispo de Santo Domingo también llamó a los jóvenes a no casarse a destiempo y no aventurarse en relaciones superficiales, aventureras y pasajeras, perdiendo el tiempo.
El purpurado expresó que la juventud siempre ha tenido un lugar privilegiado en su corazón de sacerdote, porque cree en ella y la ama, y por eso siente mucho lo que está sucediendo.
El arzobispo de Santo Domingo entregó reconocimientos a jóvenes asesores de la Pastoral Juvenil en diferentes partes del país.
Durante la eucaristía celebrada en la Catedral Primada de América, el ministro de la Juventud, Franklin Rodríguez, destacó la solidaridad y entrega de los jóvenes dominicanos frente a la tragedia haitiana.
Refirió que una gran parte de la población dominicana es joven y que la falta de empleo e inseguridad son los principales problemas que enfrenta la juventud.
Los jóvenes Gina García y Juan Carlos Jerez leyeron la proclama de la juventud, en la que llamaron a continuar la solidaridad con el pueblo haitiano, enfrentar el flagelo de las drogas, la prostitución, el VIH/Sida y la explotación sexual.
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