Una persona bella

Santo Domingo ¿Qué es una persona bella? Una persona bella es aquella que descubre cualidades en usted. No le llaman la atención sus defectos, sus imperfecciones y fallos, sólo sus cualidades. Y esto no lo hace porque decide ser así concientemente, ni porque desea serle agradable. Lo hace porque es así. Es una persona bella... ¿Conoce usted a alguien así...? ¿Es usted una persona bella...? Es probable que sí, y se lo voy a demostrar. Comencemos porque usted está leyendo este artículo. Recuerdo que hace unos años tenía una secretaria que era mormona, y me contó que su obispo le preguntó una vez: “¿Lee usted el articulo Dos Minutos?” “¡Claro!,” respondió ella rápidamente, y, con una sonrisa de satisfacción añadió: “¡Yo soy quien los escribe en la computadora...!” El obispo se quedó mirándola e insistió “No le estoy preguntando si usted los escribe, sino que si usted los lee”. Bien, pues usted los está leyendo, y sabe que no se trata de política, ni de chismes, ni de críticas. Se trata de la verdad y esta verdad es Jesucristo. El fue quien declaró que usted es una persona bella, tan valiosa para Él que no solamente afirma “Sin mí, nada pueden hacer”, sino que igualmente declara su positiva voluntad de convertirlo a usted en Él, la persona más bella, más positiva y más feliz que ha existido. “Permanece en mí” – (nos dice hoy) – como una rama permanece unida al árbol, y yo te iré convirtiendo en una persona con paz, positiva y feliz. ¡En una persona bella! Permanecer en Él significa creer en Él. Y creer en Él “no significa pensar en Él, o quererlo a Él. Hay algo más que eso. La fe revela que entre Dios y el hombre hay una auténtica y verdadera relación”. Marko Rupnik, S.J. La pregunta de hoy ¿Cómo mantenerse unido a Él? Imagine que usted es un pedazo de metal, y Él es un inmenso imán. ¿Qué tendrá que hacer? Simplemente no resistirse a esa atracción y abandonarse sin miedo a ella. Jesucristo se hizo un ser humano como usted y como yo, para que nosotros pudiéramos convertirnos en una persona bella, positiva y feliz como Él. Ver en nosotros mismos las cualidades que Él ha puesto, aceptarlas y agradecerlas, nos ayudará a ver a los demás como Él los ve, fijarnos en sus cualidades, y sólo en sus cualidades, nos hará a amar de verdad. Porque esto es todo lo que significa amar: ver a través de los ojos de la persona más bella que existe, y esa persona sólo se fija en sus cualidades, en su intención, en su bondad básica.