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ELEMENTOS DE NUESTRAS NAVIDADES


Por:
Lic. Lennys Tejada Betancourt

NACIMIENTOS, BELENES O PESEBRES

San Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana, fue el iniciador de los nacimientos entre 1200 y 1226. Se cuenta que recorría la campiña cercana a la pequeña población de Rieti en el invierno de 1223. La Navidad de ese año lo sorprendió en la ermita de Greccio y fue allí donde tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del Nacimiento de Jesús. Construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los vecinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de gente a reproducir la escena de la adoración de los pastores. Dice la tradición, que de manera milagrosa, en la escena aparecieron ángeles y se personificó el Niño Jesús, la Santísima Virgen y San José.



La idea de reproducir el nacimiento se popularizó rápidamente en todo el mundo cristiano. De los seres vivos se pasó a la utilización de figuras, en parte porque los primeros misioneros en llegar a América fueron franciscanos y por supuesto siguieron la tradición de San Francisco de Asís. En América, los frailes introdujeron las costumbres navideñas cristianas utilizándolas para la evangelización de los indígenas. Las figuras de un "belén" pueden ser de distintos tamaños (incluso a tamaño natural) y componen las distintas escenas que recorre el Nacimiento del Niño Jesús, desde la búsqueda de la posada, el nacimiento, la anunciación del ángel a los pastores, la adoración y las ofrendas al Niño por los lugareños y la escena de los Reyes Magos guiados por una estrella hacia el portal de Belén.

EL ÁRBOL DE NAVIDAD

El árbol que recuerda el nacimiento de Jesús, entre los pueblos alemanes cristianizados, simbolizaba el árbol del Edén, pero no ya aquel del fruto prohibido que fue el comienzo del pecado en el hombre sino el que conmemora el Fruto de la salvación, de allí el carácter de sus adornos y decoraciones. El uso del árbol de Navidad, proveniente de la tradición alemana, se comenzó a utilizar más propiamente en el siglo XVII (1600) en la ciudad de Estrasburgo (Francia), difundiéndose hacia el norte de Europa, sobre todo en países protestantes. Es más que comprensible que, como los protestantes rechazan todo uso de imágenes, hayan recurrido y adoptado un símbolo que recordara el nacimiento del Redentor. En 1841, el príncipe Alberto lo introduce en Gran Bretaña y luego pasará a los Estados Unidos por medio de los inmigrantes protestantes que también lo llevaron al resto de los lugares a donde emigraran. Con el correr de los años, el árbol de Navidad, como símbolo del nacimiento del Señor, pasó también al mundo católico.

EL VERDADERO SANTA CLAUS

“Conoce la historia de San Nicolás de Bari: El verdadero Santa Claus” Este santo fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos. Era invocado en los peligros, en los naufragios, en los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, y la gente conseguía por su intercesión favores admirables. Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y prácticamente con esta fecha se empezaban las festividades de diciembre. Como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, y lo pintan como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños (entre nosotros lo llamaron Papá Noel). San Nicolás nació en Licia, Turquía, de padres muy ricos. Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Decía a sus padres: "sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto". Tenía un tío que era obispo y este lo consagró como sacerdote. Al morir sus padres atendiendo a los enfermos en una epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna. Entonces repartió sus riquezas entre los pobres y se fue de monje a un monasterio. Después quiso visitar la Tierra Santa donde vivió y murió Jesús, y al volver de allá llegó a la ciudad de Mira (en Turquía) donde los obispos y sacerdotes estaban en el templo discutiendo a quién deberían elegir como nuevo obispo de la ciudad, porque el anterior se había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". Y en ese momento sin saber esto, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Por eso se le llama San Nicolás de Mira. La especialidad de este santo fueron los milagros tan numerosos que logró conseguir de Dios. Lo pintaban con unos niños, porque los antiguos contaban que un criminal hirió a cuchillo a varios niñitos, y al rezar San Nicolás por ellos obtuvo su curación instantánea. También pintan junto a él a una señorita, porque en su ciudad había un anciano muy pobre con tres hijas y no lograba que se casaran por ser en tan extremo pobres. Entonces el santo por tres días seguidos, cada noche le echó por la ventana una bolsa con monedas de oro, y así el anciano logró casar a sus hijas muy bien. Es Patrono de los marineros, porque estando unos marineros en medio de una terribilísima tempestad en alta mar, empezaron a decir: "Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos". Y en ese momento vieron aparecer sobre el barco a San Nicolás, el cual bendijo al mar, que se calmó, y en seguida desapareció. Otro día iban a condenar injustamente a tres amigos suyos que estaban muy lejos. Ellos rezaron pidiendo a Dios que por la intercesión de Nicolás su obispo los protegiera. Y esa noche en sueños el santo se apareció al juez y le dijo que no podía condenar a esos tres inocentes. Y fueron absueltos.

GUIRNALDAS Y ROPA NUEVA

Nadie en República Dominicana se pregunta si en Navidad se debe adorna la casa con guirnaldas, estrenar ropa nueva o pintar la casa, etc.… Esa es una costumbre, una costumbre cargada de sentido, ya que, en Navidad ha pasado “algo nuevo”: el amor de Dios se ha manifestado, un Niño nos ha nacido, un Salvador se nos ha dado. El mundo ha entrado definitivamente por rumbos nuevos. Los dominicanos expresan esa novedad, ese cambio, con símbolos y costumbres que les son propios. Es una manera de abrir el corazón y de preparar el camino para aquel que vendrá. Pero la Navidad no solo nos invita a usar ropa nueva y a decorar la casa, sino que nos invita a “Hacer algo nuevo en bien de nuestras comunidades”: reparar escuelas, arreglar el camino, limpiar las calles… cien cosas más. De esa manera estaríamos siguiendo la tradición de guirnaldas y ropa nueva con otras aplicaciones. Es realmente una tradición alegre, optimista, creadora. Es Jesucristo el que viene por esos caminos. Es Jesucristo el que renueva continuamente. Indudablemente, todos estos símbolos nos hablan de las guirnaldas o coronas y ropa nueva del corazón. Si no se repara y se pinta “la casa interior”, de donde sale lo bueno o lo malo, todo lo otro se queda en superficialidad. Es vacío. En unas “Navidades Nuestras” adornar, estrenar, pintar, reparar, arreglar, limpiar, nos lleva a profundizar en el mensaje de que hemos de traer algo nuevo a nuestro corazones y a nuestra comunidades ¡Cuidado con el comercio y la propaganda que quiera hacernos creer que necesitamos cosas nuevas que en verdad no necesitamos e irían en contra del espíritu de Navidad y de nuestra economía!

1 comentario:

Unknown dijo...

muy buen, porque en realidad uno no sabe lo que es navidad uno solo sabe que es gozadera